Morales señaló que la unión de organizaciones sociales y gremiales en torno al Gobierno del presidente Luis Arce dio al traste con los planes de la derecha política del país irrespetuosa de símbolos como la wiphala y empeñada en desconocer éxitos como la sostenida recuperación económica.
‘El éxito del wiphalazo y el fracaso del paro muestra que el pueblo quiere trabajar y mejorar su economía familiar y la nacional, mientras la derecha quiere hacer fracasar la recuperación económica del país para echarle la culpa a movimientos sociales y el gobierno, como en la UDP’, escribió el exmandatario en la red social.
La whipala, bandera símbolo de los pueblos originarios, mayoría de la población en Bolivia, fue agraviada por seguidores del líder golpista y gobernador del departamento de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, durante los actos oficiales por el 211 aniversario de fundada la ciudad homónima.
Pueblo y autoridades criticaron el acto con dureza, y calificaron a los perpetradores de ‘fascistas’ y ‘racistas’, y exigieron a la justicia actuar en consecuencia de acuerdo a lo establecido en la Constitución Política del Estado.
A partir de la manipulación sobre este y otros sucesos la derecha política convocó a una serie de marchas y a un paro nacional con el objetivo de desestabilizar la gestión gubernamental y presionar por la impunidad de sus delitos.
La ofensiva opositora fue comparada con acciones similares que pusieron en crisis a la administración de la Unidad Democrática y Popular (UDP), alianza de izquierda que gobernó Bolivia de 1982 a 1985.
El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) convocó a organizaciones afines a una gran movilización popular que invisibilizó las acciones de la oposición, nuevamente asistida por grupos violentos y enfocada en crear el caos, no en la reivindicación de derechos de determinados grupos sociales.
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