Esta es la tercera reunión del llamado formato de Moscú, creado en 2017 para fomentar el diálogo entre los diferentes grupos enfrentados en ese país centroasiático, con la participación de representantes de Rusia, Afganistán, China, Pakistán, Irán e India.
La comitiva que asiste a las pláticas en representación del movimiento radical, calificado de terrorista por Naciones Unidas, está integrada también por el ministro de Asuntos Exteriores, Amir Khan Muttaqi, y otros altos funcionarios del Gobierno.
Según una declaración publicada en Twitter por el viceministro de Información y Cultura de ese país, Zabihullah Mujahid, en la reunión el Talibán intentará transmitir a los países de la región y al mundo la postura del nuevo Ejecutivo islámico.
Señaló además que la delegación tiene previsto celebrar encuentros bilaterales y multilaterales sobre diferentes temas.
El portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov, dijo este martes que su Gobierno espera que la reunión permita un intercambio de posiciones, la continuación del diálogo entre las partes ‘y tratar de entender qué sucederá en Afganistán, de acuerdo con toda la información conocida’.
La Cancillería indicó antes que se discutirán las perspectivas para el desarrollo de la situación político-militar en la nación islámica, así como los esfuerzos de la comunidad internacional para prevenir una crisis humanitaria en su territorio.
Está previsto que el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov se dirija a los participantes y que después del encuentro se adopte una declaración conjunta.
El jefe de la diplomacia rusa reiteró ayer en una conferencia en Sochi que Moscú no considera reconocer de manera oficial el movimiento Talibán. ‘El reconocimiento oficial aún no se ha discutido y esto se anunció públicamente’, apuntó.
Afirmó que Rusia espera que los talibanes, de acuerdo con sus promesas, tomen medidas para garantizar que el Gobierno provisional afgano sea inclusivo no solo desde un punto de vista étnico, sino también político.
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