Mediante un comunicado, Europol precisó que las investigaciones comenzaron en 2019 y, como resultado de las mismas, fue detectada una organización criminal con miembros en varios países del llamado viejo continente.
Autoridades de Austria, República Checa, Alemania, Hungría, Polonia y Serbia colaboraron con las indagaciones que llevaron a desmantelar la red y condujeron al arresto de los individuos, varios de ellos procedentes de la India.
Los agentes realizaron registros en 10 instalaciones y decomisaron dinero en efectivo, armas, equipos electrónicos y documentos.
También identificaron alrededor de 30 indocumentados, quienes pagaron hasta seis mil euros cada uno por ser trasladados a naciones de la Unión Europea.
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