El cercano colaborador del expresidente Donald Trump se negó a cooperar con la investigación sobre los disturbios en el Capitolio hace más de nueve meses que dejaron un saldo de cinco muertos y decenas de heridos.
Sin embargo, existe una gran incertidumbre si el Departamento de Justicia (DOJ) tomará cartas en este asunto, a pesar de las demandas demócratas de que se tomen medidas.
‘Hay mucho en juego’, advirtió el representante de Maryland Jamie Raskin, miembro del panel al insistir que peligra la democracia estadounidense.
Recordó que el Congreso, bajo mandato constitucional, ‘tiene el poder de investigar para informar nuestras deliberaciones sobre cómo legislar en el futuro. De eso se trata todo esto ‘.
El resultado podría determinar no solo qué tan efectiva fue la pesquisa del selecto comité de la Cámara Baja, sino también la fuerza del Congreso para llamar a testigos y exigir información, destacan medios locales.
La noche del martes el panel del 6 de enero recomendó a través del sufragio interponer cargos por desacato contra Bannon, citando informes de que habló con Trump antes de la insurrección, promovió las protestas ese día y predijo que habría disturbios.
Si el pleno de la Cámara Baja votara a favor del desacato, el asunto se remitirá a la oficina del Fiscal General de Estados Unidos en esta capital, entonces dependerá de esa instancia la presentación o no del caso ante un gran jurado por posibles acusaciones penales.
Aunque el DOJ históricamente fue reticente a usar su poder de enjuiciamiento contra testigos declarados en desacato al Congreso, las actuales circunstancias son excepcionales ya que los legisladores investigan el peor ataque a la sede del poder legislativo en dos siglos, en opinión de observadores.
mem/dfm
