Sin embargo, tiene sus detalles. Marcará la prueba de fuego de dos jovencitos, Vinicius Junior por los merengues y Ansu Fati, del lado azulgrana. También un medidor en la campaña local por elevar a Karim Benzema al Balón de Oro.
La otra clave es el termómetro que tendrán encima los dos técnicos, a priori mucho más el holandés Ronald Koeman que el italiano Carlo Ancelotti.
Lo que no cambiará es la ausencia de Lionel Messi, un protagonista siempre de estos duelos. Tampoco Cristiano, Neymar o Ramos, ni Suárez ni Griezmann.
De cualquier forma, es el Clásico de LaLiga el domingo y los españoles no van a renunciar a todo el morbo que siempre acompaña a estos partidos de fútbol, a la rivalidad y las especulaciones, además de apostar por el nacimiento de una o varias estrellas.
La realidad cruda y dura es que LaLiga ha perdido fuste con el éxodo de algunas de sus estrellas, se ha nivelado en el plano interno y proyecta los torneos más reñidos. Sin embargo, sus clubes ya no mandan en Europa.
En 2018 fue la última vez que un equipo español acarició la Orejona, el Real Madrid completando su seguidilla de tres títulos seguidos. Luego, los merengues flaquearon y cuando parecía la escena lista para el regreso de los azulgranas a la cima, fallaron estrepitosamente tres años consecutivos.
Será la oportunidad de medir pulso entre el francés Benzema, con 33 años y en estado de gracia, el inspirado jovencito brasileño Vinicius, por el lado merengue, y del aspirante al firmamento Ansu Fati (casi 19 años) por el Barça.
Los azulgranas de Ronald Koeman con el experimento también de Gavi (17 años) en el mediocampo, la solidez a prueba del arquero Ter Stegen y el equilibrio de los veteranos Busquets en el círculo central y Piqué en la zaga.
Enfrente otro de los grandes porteros del orbe, el belga Courtois y un mediocampo de lujo (Modric, Kroos, Casemiro), con las dudas en su línea defensiva.
Conscientes de la relevancia del partido y en un intento de pasar la página luego de la extensa crisis por la pandemia, las autoridades de Cataluña decidieron permitir aforo completo en su emblemático estadio.
Sin dudas el domingo el Camp Nou estará a tope, seguramente con su capacidad de alrededor de 100 mil espectadores agotada.
Los Clásicos más recientes, en marzo y octubre de 2020, favorecieron a los madrileños 2-0 y 3-1.
Sin embargo, lo que se verá el domingo es historia nueva.
El Barcelona, a su prueba de fuego, si bien ya sorteó dos obstáculos en sus intentos de renacimiento. La fuerza de Memphis Depay, la furia lateral de Jordi Alba, el despliegue de Frenkie de Jong, otra de las claves que encontrará por la casa blanca a Mendy y Vázquez por los laterales, y quizá Rodrygo Goes para sumarse al ataque.
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