Según la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, siglas en inglés), dichos empréstitos fueron elaborados a una velocidad que limitó la posibilidad de equiparlos con salvaguardas contra riesgos, incluida la susceptibilidad de pagos inadecuados.
El tipo más común de los préstamos, creados por el Congreso y muy populares entre tiendas y restaurantes que tratan de sobrevivir a la referida pandemia, puede cancelarse bajo ciertas condiciones, como que un determinado porcentaje vaya al pago de nómina.
La Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa garantizó más de 14,7 millones de préstamos y subsidios por valor de unos 744 mil millones de dólares de marzo a diciembre de 2020, divulgó la agencia Associated Press.
También, agregó, el Congreso aprobó otros préstamos de emergencia por valor de 304 mil millones de dólares a finales del año pasado.
En su último reporte, la GAO indicó que para enero de 2021 seguía sufriendo demoras en la obtención de datos clave sobre estos créditos, como planes de supervisión o documentos destinados al cálculo de pagos inapropiados.
Tuvieron un impacto positivo, pero la gerencia de estos programas tiene que mejorar, manifestó a reporteros el contralor general de Estados Unidos, Eugene Dodaro.
Informaciones periodísticas subrayaron que las agencias de auditoría del gobierno emiten una lista de créditos de alto riesgo al inicio de toda sesión del Congreso.
Tal procedimiento busca llamar la atención sobre deficiencias identificadas y provocar medidas que le ahorren dinero al contribuyente o mejoren la administración pública.
mem/dsa