El principal organismo comercial de la industria aérea consideró inaceptable esos incrementos a pesar de una reanimación tras el fuerte impacto por la Covid-19, pues la pandemia mantendrá en déficit al sector durante los próximos años.
Sobre el tema el director general de la IATA, Willie Walsh, mencionó que Argentina implementó impuestos adicionales sobre la venta de boletos y aumentó el tributo de salida internacional, en tanto Costa Rica planea elevar las tarifas de seguridad aeroportuaria en el aeropuerto de San José en más del 70 por ciento.
También citó a República Dominicana, donde se planifica subir las tarifas de asistencia en tierra en poco más del seis por ciento para el próximo año, mientras El Salvador agrega a los tiquetes de avión una tasa de inspección agrícola.
Walsh significó que América Latina y el Caribe han logrado una reactivación del tráfico aéreo, pero la acompañan de incrementos calificados de inaceptables en tiempos de crisis y no deben tolerarse para que otros países no sigan esos pasos.
La IATA proyecta una pérdida acumulada para las aerolíneas con sede en Latinoamérica de cinco mil 600 millones de dólares este año, las cuales se reducirían a unos tres mil 700 millones en 2022.
El directivo precisó que esta crisis va más allá de todo lo experimentado antes, aunque en su opinión lo peor ya pasó y está a la vista un camino hacia la normalidad.
Según IATA, se espera que los mercados domésticos alcancen casi el 75 por ciento de los niveles previos a la pandemia a finales de este año, aunque los viajes internacionales llegarían al 22 por ciento debido a las restricciones que se mantienen por la Covid-19.
Representantes de la industria aérea consideran necesario concretar una homologación internacional de requisitos relacionados con la pandemia para los viajeros, con el objetivo de evitar un freno en la recuperación.
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