El asalto ocurrió durante la madrugada en la provincia de Sourou, en territorio cercano a la frontera con Mali, donde operan grupos terroristas vinculados con Al Qaeda y el Estado Islámico.
En esa región los ataques se incrementaron en los últimos años a pesar de los esfuerzos internacionales para erradicarlos.
Según funcionarios del gobierno y de las fuerzas de seguridad, el asedio contra la comisaría se lanzó entre las 05:00 y las 06:00 horas, y los agresores robaron un vehículo y ocho motocicletas.
Los ataques terroristas escalaron en forma acelerada en la región africana del Sahel, lo cual causó centenares de muertos y expulsó a millones de ciudadanos de sus hogares en Burkina Faso, Malí y Níger.
Según estimados, 1,2 millones de personas resultaron desplazadas por la violencia integrista solo en este Estado.
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