Durante una reunión en Sochi con jefes del Ministerio ruso de Defensa, el mandatario advirtió que algunos países no renuncian a los intentos de romper la paridad estratégica; “en particular, desplegando elementos de defensa global antimisiles en las proximidades de nuestras fronteras”.
Putin enfatizó que Moscú no puede ignorar tales amenazas, por lo que responderá de acuerdo a la situación.
En tal sentido, subrayó la importancia del fortalecimiento de las Fuerzas Aeroespaciales, las cuales consideró como uno de los componentes más potentes, de alta tecnología y con mayor capacidad de maniobrabilidad del Ejército ruso moderno.
“La protección fiable de Rusia frente a un ataque aeroespacial y el mantenimiento de la paridad estratégica dependen directamente de su preparación para el combate y su equipamiento técnico”, apuntó.
El jefe de Estado destacó el aumento de las capacidades militares del país en esa área. “El sistema de alerta de ataques con misiles, sus dos componentes, están funcionando con claridad y eficacia”, consideró.
A la vez, llamó la atención sobre la constelación orbital de satélites y las estaciones de radar terrestres, a cargo de garantizar la detección de lanzamientos de misiles balísticos, determinar sus parámetros a tiempo y notificar a los centros de control de combate de las tropas.
Explicó que como parte del programa estatal, en los últimos cuatro años las Fuerzas Armadas rusas recibieron 25 sistemas de defensa aérea S-400 y más de 70 aviones de combate, además de que fueron modernizados 20 complejos S-300 y 90 aviones.
Con respecto a la Armada, el presidente ruso indicó que su armamento moderno debe superar el 70 por ciento para el año 2027 y comentó que en los últimos cuatro años le fueron suministrados 49 nuevos buques y embarcaciones de combate, nueve sistemas de misiles costeros y 10 aeronaves.
Según el dirigente, los trabajos de renovación de la flota son de importancia vita, estratégica y nacional para Rusia.
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