En rueda de prensa desde la ciudad escocesa de Glasgow, el mandatario norteamericano acusó a las dos naciones de «alejarse» de sus roles de liderazgo global mientras el mundo enfrenta desafíos ambientales sin precedentes, reporta el diario The Washington Post.
Sin embargo, el propio Biden llegó a la cita mundial sin un proyecto doméstico concreto para detener el calentamiento global, pues los congresistas de su propio partido están divididos y no consiguen aprobar paquete de gastos sociales con acciones contra el cambio climático.
En un esfuerzo por mostrar el compromiso del país en materia de protección ambiental, la Casa Blanca anunció medidas destinadas a combatir un gas de efecto invernadero metano, mucho más potente que el dióxido de carbono.
Las reglas para hacer frente al metano se centran en gran medida en el sector del petróleo y el gas, responsable del 30 por ciento de las emisiones de ese gas en el país.
Washington propondrá una normativa que obligue a los perforadores a pagar tasas al Gobierno por lo que se libere o se queme.
De esa forma Biden intentó demostrar su compromiso con el medio ambiente, pese a no lograr que sus partidarios se pongan de acuerdo en torno a la necesidad de crear políticas climáticas cuanto antes.
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