Para esta tercera inyección se escogieron los fármacos con tecnología de ARN mensajero, como los de Pfizer y Moderna, y el proceso comenzó pese al lento avance de la campaña en medio en la cual muchas personas no recibieron aún la primera dosis.
El refuerzo inmunitario se aplica a quienes culminaron el ciclo seis meses atrás pero en el caso de los vacunados con el fármaco de Johnson&Johnson, que consiste en una inyección única, solo deberán esperar 60 días.
La tercera dosis busca prolongar la protección, según los expertos sanitarios, quienes muestran preocupación por el elevado número de infectados en medio del nuevo rebrote que afecta al país.
Aquellos que reciban esa inyección tienen 11 veces menos probabilidades de contagiarse con el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, mientras que la el riesgo de desarrollar la dolencia en caso de infección duplica esa cantidad.
En esta nación no se aplican inmunizantes a los menores de 12 años por lo que en los centros educativos los infantes usan de forma obligatoria las mascarillas y se les realizan test rápidos dos veces por semana.
En tanto miles de ciudadanos se oponen a vacunarse y en ciertos casos incluso reniegan del uso de los medios de protección.
Los observadores señalan que el llamado movimiento antivacunas es más fuerte en el norte, mientras menos de la mitad de las 3,1 millones de personas radicadas en esa zona está inmunizada, proporción por debajo del promedio nacional.
Por otra parte, en los últimos meses tuvieron lugar varias manifestaciones contra las restricciones en esta capital y Salónica, donde fueron reportados choques con la policía antimotines.
El lunes pasado Grecia registró cinco mil 400 infectados, el número más elevado desde el comienzo de la pandemia, mientras las autoridades sanitarias contabilizaron más de 16 mil fallecidos por la dolencia desde marzo de 2020.
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