A través de un comunicado, la Asociación de Profesionales de Sudán, uno de los entes convocantes a las marchas anunciadas para los próximos días, comunicó su rechazo a la vuelta de un gobierno compartido entre militares y civiles, que conduzca el proceso de transición hasta la celebración de elecciones.
Valoró, en ese sentido, que las iniciativas de mediación que propugnan un nuevo acuerdo entre los liderazgos de los uniformados empeorarán la crisis en este territorio africano.
Tras la detención por las fuerzas de seguridad de activistas de las denominadas Fuerzas por la Libertad y el Cambio, organismo que aglutina formaciones políticas y sociales, el secretario general del principal partido opositor Umma, Al-Wathig, instó al poder militar a rebajar tensiones.
Luego de la asonada, perpetrada el pasado 25 de octubre, el cabecilla del golpe militar, general Abdel Fatah Al-Burhan, decretó el estado de emergencia nacional, suspendió la Constitución y ordenó el apresamiento de líderes partidistas y de la sociedad civil.
Entre los arrestados se encuentran el depuesto primer ministro, Abdalá Hamdok, quien permanece en arresto domiciliario, e integrantes de su Gabinete.
Diversas organizaciones internacionales, entre ellas, Naciones Unidas, la Unión Africana y la Liga Árabe exigieron recientemente a las autoridades de facto que devuelvan el poder a un gobierno civil y restituyan las garantías constitucionales en el territorio nacional.
Fuentes humanitarias aseguran que Sudán, donde a mediados de septiembre último también ocurrió una fallida asonada perpetrada por militares, sufre una acentuada crisis económica con elevada inflación, escasez de alimentos y altos precios de los combustibles y medicamentos.
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