El bombardeo ocurrió tras recibir informaciones de los aviones de reconocimiento que detectaron la entrada de vehículos cargados de armas y combatientes al campamento que pertenece a la llamada agrupación «Partido Islámico del Turquestán», cuyos integrantes son uigures chino, informaron medios.
Detallaron que ocho incursiones aéreas con misiles dejaron parcialmente destruida la instalación, mientras al menos 35 armados, entre ellos cabecillas, fueron abatidos o lesionados.
El ataque se produjo una semana después de uno similar contra la sede de la formación extremista «División 23», patrocinada por el gobierno turco cerca de la localidad de Qah, fronteriza con Turquía.
Por otro lado, la artillería del ejército sirio bombardeó en el sur de Idlib a sedes de la Junta para la Liberación del Levante, otrora Frente Al-Nousra proscrita en la lista del terrorismo internacional, en respuesta a sus ataques con proyectiles y cohetes contra posiciones militares en la ciudad de Saraqueb.
El ejército sirio logró en sus operativos durante el 2020 liberar el 56 por ciento de Idlib, mientras los terroristas controlan actualmente menos de la mitad, al tiempo que retienen a cientos de miles de civiles como escudos humanos y violan constantemente el alto el fuego.
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