“Entendemos lo que significa hoy librar una guerra con gente desafortunada en la frontera de Polonia, por ejemplo, con Belarús, y desplegar columnas de tanques. Está claro que esto es algún entrenamiento o chantaje”, expresó en una entrevista para la revista rusa Defensa Nacional.
Lukashenko señaló que en el mundo moderno, tomar las armas es como un suicidio, sobre todo en el centro de Europa. “Y más aún con Belarús. Después de todo, aquí, en este pedazo de tierra en el centro se desarrollaron todas las guerras; todo empezó desde aquí. ¿La historia no enseña nada?”, dijo.
A finales de octubre, Minsk denunció que las autoridades polacas planeaban enviar dos mil 500 soldados para proteger la frontera del flujo de inmigrantes ilegales, reportó la agencia de noticias TASS.
Varsovia envió unidades de la décima brigada de caballería blindada equipada con tanques estadounidenses Leopard, además de movilizar este tipo de armamento junto a los alemanes Abrams para los ejercicios realizados en Lituania, cerca de los límites territoriales con Belarús.
La crisis migratoria de este país con Letonia, Lituania y Polonia comenzó a principios de año y se fue intensificando en los últimos días, cuando miles de personas por el lado belaruso se aglomeraron en la frontera con Polonia.
Según medios de prensa, algunos de estos inmigrantes intentaron ingresar a territorio polaco rompiendo la valla de alambre de púas que separa a las naciones.
Lukashenko indicó que los países occidentales son los culpables de esta situación, ya que por sus acciones la gente huye de sus países, de la guerra y los problemas económicos.
Por su parte, el bloque comunitario acusa a Minsk de promover la crisis de forma deliberada migratoria y pide la imposición de nuevas medidas restrictivas contra esa nación.
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