Según un comunicado de la cartera, en varias localidades de Cisjordania confirmaron contagios por la cepa descubierta a finales de 2020 en Inglaterra y otras variaciones del virus.
La ministra del sector, Mai Alkaila, advirtió que sólo este viernes contabilizaron mil 826 casos nuevos de Covid-19 y alrededor de una veintena de fallecidos por ese padecimiento.
En días previos la funcionaria recabó apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para agilizar la llegada de vacunas preventivas, tanto a la Franja de Gaza como a Cisjordania.
A fin de contener la propagación de la pandemia, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, decidió prolongar por otro mes el estado de emergencia en las demarcaciones bajo su jurisdicción.
Dicha medida -explicó- posibilitará instaurar y supervisar disposiciones estrictas como bloqueos de aldeas, ciudades, gobernaciones y campamentos de refugiados con una compleja situación epidemiológica.
Mientras el primer ministro de la ANP, Mohammad Shtayyeh, responsabilizó a Israel por la vulnerabilidad en la que permanecen centenares de familias que quedaron sin hogar debido a las demoliciones perpetradas por uniformados al servicio del Gobierno sionista.
Shtayyeh pidió apoyo a la ONU para implementar un mecanismo de protección en beneficio de los palestinos, frente a lo que calificó de ola de terror, protagonizada por colonos israelíes con la complicidad de la potencia ocupante, denunció.
Desde marzo de 2020 a la fecha la ANP reportó más de 218 mil infectados por el SARS-CoV-2, de ellos unos dos mil 333 murieron.
Los primeros contaminados aparecieron en la ciudad de Belén, a donde acuden numerosos peregrinos para visitar la Basílica de la Natividad, erigida en el lugar donde según la tradición cristiana nació Jesús de Nazaret.
Los palestinos enfrentan dos epidemias a la vez, la ocupación y la Covid-19, comentó a Prensa Latina el secretario general del movimiento Al-Fatah en Egipto, Mohamed Ghareeb.
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