El hecho tiene lugar en el Museo Reina Sofia de Madrid, después de alcanzar un nuevo convenio de colaboración con la Fundación EDP. La sala 206 del edificio Sabatini es el privilegiado de la segunda planta, donde se exhibe Guernika, la obra que cumplió hace poco 40 años de su regreso a España.
La sala tiene un espacio de alrededor de mil 500 metros cuadrados, donde la joya de la corona es sin dudas la creación del maestro del cubismo, indignado con los bombardeos de la Legión alemana y fuerzas italianas contra la población del pequeño poblado del País Vasco en 1937.
Guernika y los cuadros adyacentes en el Museo Reina Sofía cuentan desde hoy con iluminación indirecta, especialmente diseñada para este entorno, que pone el acento en las bóvedas del edificio Sabatini, uno de los más atractivos de la instalación, considerado ejemplo de la arquitectura del siglo XVIII.
De acuerdo con una nota de prensa del museo, la colaboración con la Fundación EDP ya permitió en 2019 cambiar la iluminación del interior del Palacio de Cristal del Parque de El Retiro.
Las iniciativas se enmarcan en el proceso que está acometiendo el Reina Sofia para adecuarse a las nuevas necesidades y demandas del público en cuanto a la experiencia física de su visita, especialmente en unos momentos en los que se aborda una completa reordenación de la colección que culminará este mes de noviembre.
La sustitución de las anteriores luminarias convencionales en estos espacios responde al compromiso con el medioambiente, no solo a la hora de conservar el patrimonio, sino de concienciar y difundir hábitos sostenibles, indicó la fuente.
Esta medida se suma a otras ya adoptadas para promover la eficiencia energética, reduciendo el consumo, armonizando el gasto energético, y respetando el medioambiente, siempre con el fin último de implementar la sostenibilidad y alcanzar los objetivos de la Agenda 2030, concluyó.
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