“Los ruidos fuertes habituales provocan la acumulación de líquido en el oído interno, lo que puede ser causa de sordera”, subraya la revista Frontiers in Cell and Developmental Biology.
Los expertos alertan que el 12 por ciento de la población mundial corre el riesgo de sufrir esta dolencia.
Explicaron que los sonidos fuertes pueden provocar una pérdida de células nerviosas auditivas en el oído interno, que son las encargadas de enviar la información acústica al cerebro.
El estudio “relaciona este tipo de daño con una afección conocida como hidropesía endolinfática, una acumulación de líquido, demostrando que se produce a niveles de exposición al ruido que las personas pueden encontrar en su vida diaria”.
Para sanar al paciente puede aplicarse una solución salina hipertónica, la cual disminuye el daño nervioso en el oído interno.
Esta sustancia elaborada a base de sal, también es utilizada para tratar las congestiones nasales en los seres humanos.
Los científicos se auxiliaron de «una técnica de imagen conocida como tomografía de coherencia óptica para medir el nivel de líquido del oído interno en la cóclea, el hueso hueco en forma de espiral que se encuentra en el oído interno».
Explicaron que “la pérdida de células nerviosas en el oído interno se conoce como pérdida de audición oculta porque las pruebas de audición no pueden detectar el daño”.
Los científicos consideran que los resultados obtenidos abren el camino a una mejor comprensión de la enfermedad de Meniere, un trastorno del oído interno que provoca vértigo, zumbidos en los oídos y pérdida de audición.
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