Ubicado en San Lorenzo de El Escorial, en la periferia de Madrid, su nueva denominación se corresponde con la Ley de Memoria Histórica y consta en una de las enmiendas pactadas por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos, ambos en la coalición de Gobierno.
También se pide reubicar los restos enterrados allí de José Antonio Primo de Rivera, fundador en 1933 de la Falange Española, de ideología fascista y base de los desmanes cometidos por el franquismo.
Precisamente el 24 de octubre de 2019 se produjo la exhumación de los restos mortales del dictador Francisco Franco, trasladados al cementerio de Mingorrubio, cumpliendo así con la Ley de Memoria Histórica.
La enmienda del PSOE y Unidas Podemos busca convertir al Valle de los Caídos en un «lugar de memoria democrática que busca difundir, a través de planes y mecanismos de investigación y difusión, las circunstancias de su construcción, el período histórico en el que se inserta y su significado (…)”.
Señala además que «solo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la guerra, como lugar de reconocimiento, conmemoración, recuerdo y homenaje a las víctimas allí inhumadas».
Un real decreto establecerá el nuevo marco jurídico aplicable al Valle de Cuelgamuros «que determine la organización, funcionamiento y régimen patrimonial del enclave».
La doctora Zira Box, socióloga e investigadora del tema, consideró al Valle de los Caídos una construcción simbólica del franquismo, como un referente inequívoco y en especial de “todo lo que tuvo que ver con la retórica y el ritual en torno a los caídos” de las fuerzas militares de la dictadura.
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