Los diputados continuaron con la discusión del plan de gastos, muy cuestionado por bancadas de oposición por recortes en áreas dedicadas a salud, la atención a mujeres víctimas de violencia, embarazadas y madres lactantes, entre otras.
La víspera, el debate se alargó hasta ya entrada la noche; sin embargo, este miércoles fue más ágil su aval, con lo cual el terreno queda listo para su examen por artículos y redacción final, además de posibles enmiendas.
Desde los partidos de oposición, los argumentos apuntan a que se dará luz verde a un presupuesto desfinanciado y con base en el incremento de la recaudación tributaria,
mientras el oficialismo defiende la necesidad de contar con los recursos vitales para enfrentar su tercer año de Gobierno.
Edwin Martínez, viceministro de Finanzas, afirmó que se mantiene la misma estructura, 65 por ciento dedicado al funcionamiento, 20 por ciento para inversión y un 15 por ciento al pago de servicio de la deuda.
A juicio del diputado Aldo Dávila, «se sigue gastando en salarios, dietas y funcionamiento, mientras los niños siguen muriendo por desnutrición, no hay hospitales equipados, no hay educación ni carretera».
En opinión de Petrona Mejía, del partido Unidad Nacional de la Esperanza, un buen presupuesto es importante porque es el motor para que la población tenga desarrollo humano, sin embargo, aseguró, lamentablemente lo han desnaturalizado.
A su juicio, el dictamen que discuten es «inconstitucional porque no contempla el desarrollo de los pueblos indígenas y personas más vulnerables en Guatemala”.
¿Por qué al Congreso le dan más dinero que al programa del Adulto Mayor? si están tan preocupados por el bienestar social, cuestionó.
Este miércoles, los congresistas dieron su visto bueno con 105 votos y en único debate a la Ley de Apoyo Social Temporal propuesta por el presidente Alejandro Giammattei para la subvención al precio del gas, tras incrementos sostenidos en los últimos meses.
Después de este punto, la sesión se levantó por falta de quórum.
jha/mmc