Sufrimos la discriminación en cuanto a derechos y oportunidades laborales, dentro de una sociedad que no reconoce la igualdad de género, luchamos por mayor representación en las instituciones y centros de decisión, y por una legislación incluyente, pero el principal sufrimiento proviene de la ocupación israelí, declaró a Prensa Latina El-Rayes.
Para nuestro infortunio -expresó- la potencia ocupante nos impone guerras e inseguridad, nos amenaza con demoler nuestras viviendas, confiscar la tierra, asesinar a nuestros esposos, padres, hijos, o encarcelarlos por negarse a aceptar la usurpación del territorio ancestral.
La vocera de la Federación de Mujeres Palestinas, capítulo Egipto, enfatizó que pese al rechazo de la comunidad internacional, Israel intensifica los planes coloniales dentro de Cisjordania, donde viven más de 750 mil personas en asentamientos calificados de ilegales por Naciones Unidas.
Sus soldados bloquean carreteras claves las cuales conectan las ciudades donde vivimos desde tiempos pretéritos, lo que aumenta las dificultades para conseguir la comunicación y circulación entre aldeas hermanas, agregó.
El-Rayes denunció, además, las secuelas del férreo bloqueo económico mantenido por el Gobierno sionista, el cual exacerba la pobreza y el desempleo en la bombardeada Franja de Gaza, controlada por Israel por aire, mar y tierra, dijo.
Se trata -puntualizó- de una política de desgaste ideada con el propósito de romper la voluntad del pueblo palestino y particularmente su apego a la resistencia.
Además de aspirar a conquistar el debido lugar en la sociedad, soñamos con el establecimiento de nuestro Estado soberano, en las fronteras previas a 1967 y su capital en Jerusalén oriental, insistió El-Rayes quien recordó la situación de millares de refugiadas, muchas de las cuales ansían con volver a su terruño natal.
El Día Internacional de la Mujer da esperanza a todas las féminas del mundo, incluidas las palestinas, de que el mañana será mejor, de que alcanzarán sus metas, obtendrán la justicia y la igualdad que merecen, tanto en el trabajo como en la lucha cotidiana, manifestó.
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