Haaland, primera nativo americana en ocupar ese cargo en el Gobierno, declaró que el término peyorativo «squaw», utilizado para referirse a las mujeres indígenas, es despectivo, y ordenó la creación de procedimientos para sustituir todos los usos federales de ese vocablo.
La palabra aparece actualmente en la denominación de más de 650 unidades territoriales federales, según los datos de la Junta de Nombres Geográficos.
También dijo que se creará un comité para analizar otros calificativos iguales y que todos los posibles cambios se someterán a consulta pública y a los representantes tribales, según precisó en un comunicado.
«Los términos racistas no tienen cabida en nuestra lengua o en nuestras tierras federales. Las tierras y aguas de nuestra nación deberían ser lugares para celebrar la vida al aire libre y nuestro patrimonio cultural compartido, no para perpetuar los legados de la opresión», subrayó Haaland.
El Departamento del Interior tomó medidas similares a lo largo de los años, incluida la eliminación del uso de topónimos que contenían insultos para los negros y los japoneses en las décadas de 1960 y 1970.
Los estados de Montana, Oregón, Maine y Minnesota ya aprobaron leyes que prohíben el uso de «squaw» en los topónimos.
Haaland, cuya competencia incluye la Oficina de Asuntos Indígenas, dio a conocer a principios de este año una revisión de los internados federales en los que se colocaba a los niños de los pueblos nativos a la fuerza.
Su abuelo fue un superviviente de la Escuela Industrial India Carlisle de Pensilvania, fundada en 1879 por el capitán Richard Henry Pratt, que fue un intento de asimilación forzada de menores de 140 tribus en la cultura mayoritaria de Estados Unidos.
Pratt resumió la misión de esas escuelas con la frase «mata al indio, salva al hombre».
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