La mayor parte de estas agresiones quedaron impunes, pues únicamente 5 mil 400 víctimas denunciaron violaciones o agresiones sexuales por parte de su cónyuge o expareja, según mostraron los datos publicados.
Igualmente se constató que entre 2011 y 2018 la media anual de mujeres que acudieron a comisaría para denunciar este tipo de agresiones fue del 27 por ciento, aunque solamente un 18 por ciento presentó una denuncia formal y un siete por ciento optó por un procedimiento verbal de notificación judicial (PVRJ).
Además, un tercio de las mujeres asesinadas ya habían sido objeto de violencia con anterioridad, y entre un 70 y un 76 por ciento de las amenazadas o agredidas sexualmente confirmaron en la encuesta que actos similares se habían repetido en los últimos dos años.
En casi tres de cada 10 casos el agresor constaba en los archivos policiales por haber cometido actos de violencia con anterioridad contra la víctima, a pesar de los cual solo dos de ellos (de 125) se encontraban bajo supervisión judicial, mientras que una de las asesinadas tenía una orden de protección.
De manera general, el número de denuncias recogidas por los diferentes cuerpos policiales en 2020 por los delitos de acoso y amenazas por parte de los cónyuges, de las que el 43 por ciento fueron de muerte, mostró que en nueve de cada diez casos las víctimas eran mujeres.
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