El espaldarazo llegó en la forma de un comunicado del presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, quien calificó el acuerdo entre Hamduk y el jefe del Ejército y presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), general Abdel Fattah al Burhan, de “importante paso adelante para la vuelta al orden constitucional».
El pasado 25 de octubre unidades militares protagonizaron en esta capital un levantamiento dirigido por al Burhan, quien disolvió el gobierno civil, retuvo a Hamduk y sus ministros, y declaró el estado de emergencia en el país.
La acción provocó acerbas críticas de sectores políticos, la condena de la UA, la Unión Europea, la Liga Árabe y países a título individual y, lo peor, detonó masivas protestas populares en las cuales murieron decenas de personas y alrededor de un centenar resultaron heridas.
El nubarrón en el aparente clima de conciliación apareció en el horizonte por declaraciones de la directiva de las Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FFC, siglas en inglés), organizadores de las protestas tras la asonada castrense de octubre pasado y antes, en 2019 de las manifestaciones que derrocaron al expresidente Omar al Bashir.
Integrantes de las FFC, participantes en el gabinete disuelto por lo militares, rechazaron hoy el acuerdo Hamduk-al Burhan y lo calificaron de “consagración del gobierno golpista militar”.
Así, las próximas horas son decisivas para el destino del flamante entendimiento entre civiles y militares y la capacidad para integrar un gobierno aceptable para todas las partes capaz de conducir al país por el camino del retorno a la democracia tras la organización de elecciones a principios de 2023.
Todo ello en medio de un contexto económico crítico, a la postre uno de los fulminantes que hicieron estallar las protestas masivas contra al Bashir.
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