La policía disparó tiros de advertencia y gas lacrimógeno este viernes para dispersar a los manifestantes que marcharon contra la residencia del mandatario, en el este de la capital.
Una turba prendió fuego al menos a un edificio cercano antes de ser conducida de regreso al centro de la ciudad.
Más tarde, la policía y los soldados australianos recién llegados para contribuir al mantenimiento del orden se movilizaron y fue muy visible su presencia fuertemente armada en las calles.
Cuando se iniciaron los disturbios el pasado miércoles fue decretado un toque de queda nocturno de 36 horas, pero ahora las autoridades locales dijeron que permanecerá en vigor «hasta que se revoque».
Según analistas, la explosión de violencia es en parte el resultado de las frustraciones con el gobierno de Sogavare y el desempleo crónico, agravado por una pandemia de dos años.
En un discurso a la nación, el primer ministro manifestó a los ciudadanos que las Islas Salomón habían sido «puestas de rodillas» por los motines, pero prometió resistir los pedidos de su renuncia.
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