El pasado 25 de noviembre se cumplieron cinco años de la desaparición física del héroe de tantas batallas frente a la agresión estadounidense, del hombre que sobrevivió a más de 600 atentados, el que guió a Cuba en la construcción de un proyecto de país más justo, a pesar de la cercanía de su principal enemigo.
En Rusia, a nueve mil 950 kilómetros, la fecha no pasó inadvertida para los amigos de la isla caribeña, admiradores también de su Comandante en Jefe, al punto que llamaron Planeta Fidel, al programa del 24 de noviembre del canal Europa para Cuba de YouTube.
Por el maratónico espacio de casi cinco horas desfilaron académicos, artistas, intelectuales, escritores y políticos de Rusia, Canadá, Venezuela, Argentina, Brasil, Ucrania, Guatemala y Cuba, quienes expresaron su respeto por el líder caribeño.
Cada testimonio, cada anécdota, fue acompañada por la solidaridad del pueblo ruso hacia el camino independiente de desarrollo que defiende Cuba, el mismo que, recordaron, inició Fidel Castro, y que llevó adelante por décadas.
Lena Loshkina, jefa del Comité Ruso por la eliminación del bloqueo a Cuba, consideró que la figura y la vigencia de las ideas de Fidel —como lo llaman de cariño la mayoría de los cubanos—, trascienden las fronteras de la isla caribeña.
En tal sentido, el académico ruso Alexander Jarlamenko destacó su impronta en la concepción y consolidación de organizaciones integracionistas de Latinoamérica y el Caribe, sin la participación de Estados Unidos.
Puso como ejemplos la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Jarlamenko expresó que pesé a los embates de las fuerzas de derecha y las presiones de Washington, sus ideas viven en los procesos sociales de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y más recientemente en Perú.
Para el profesor de la Universidad Estatal de Moscú, Nicolai Prilepsky, Fidel y Cuba en la mitad del siglo XX fueron como un aire fresco y libre para todo el mundo, como lo fueron Lenin y la Revolución de Octubre al inicio del siglo XX.
Ese día, víspera del aniversario, al iniciar las conversaciones oficiales en Moscú con el vice primer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, también el canciller ruso, Serguéi Lavrov, rememoró la trascendencia histórica de Fidel Castro.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores señaló que el patrimonio del dirigente cubano es importante para los vínculos entre ambas naciones, pero también por sus enfoques y principios para la creación de un nuevo orden más justo, no solo para América Latina y el Caribe, sino para el mundo en general.
A pesar del frío y la nevada, en la mañana del 25 de noviembre, rusos y cubanos se unieron para recordar con flores a Fidel, en el lugar que lleva su nombre en esta capital.
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