Los cuerpos carbonizados fueron hallados en una tienda en el barrio chino capitalino, y la policía agregó que los equipos forenses iniciaron una investigación porque la causa de las muertes no estaban del todo claras.
A diferencia de jornadas previas, las calles de Honiara permanecieron relativamente tranquilas este sábado, luego de tres días de violencia en los que fue atacada la casa del primer ministro, Manasseh Sogavare, y franjas de la ciudad quemadas.
Las fuerzas de paz australianas, que llegaron al país el jueves por la noche, también se unieron a la policía en las calles para restablecer el orden y proteger la infraestructura crítica.
Analistas consideran que la explosión de violencia se debe en parte a las frustraciones con el gobierno de Sogavare y al desempleo crónico, agravado por la pandemia.
La víspera, el mandatario culpó a potencias extranjeras anónimas de estar detrás de la revuelta, por instigar la división interna tanto en temas locales como internacionales.
mem/lp