Los opositores al presidente Roch Kabore se manifestaron nuevamente en respuesta a una reciente oleada de ataques en el país de África Occidental, incluido uno por militantes vinculados a Al Qaeda que dejó 49 militares y cuatro civiles muertos.
Agentes de la policía militar lanzaron botes de gas lacrimógeno para dispersar a unos 100 manifestantes que intentaban marchar hacia el centro de la capital.
La prensa local indica que después de retirarse a las calles laterales, los protestantes comenzaron a levantar barricadas y quemar neumáticos y tanques de basura.
Esta inestabilidad política frena la lucha regional contra militantes vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico, que continúan ganando terreno en la región del Sahel de África Occidental.
El asalto de hace dos semanas cerca de la ciudad norteña de Inata fue el más letal para las fuerzas de seguridad de Burkina Faso desde que estalló una insurgencia en 2015.
Desde entonces, se han producido protestas dispersas y los manifestantes en la ciudad de Kaya (noreste) impidieron el paso de un convoy militar francés en su camino hacia el vecino Níger durante casi una semana.
Este sábado, los manifestantes se reunieron cerca de la Place de la Nation para pedir la salida de Kabore y que los cerca de cinco mil soldados francesas abandonen el país africano.
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