Los presidentes nacionales de la confederación de agricultores directos Coldiretti y de la asociación ambientalista Legambiente, Ettore Prandini y Stefano Ciafani, respectivamente, se sumaron a la solicitud de culminar rápidamente el proceso de aprobación del nuevo documento legal, detalló un comunicado del ente ambientalista..
Para Prandini, según el texto, nunca como en este momento es necesaria en Italia una ley sobre agricultura ecológica, de interés tanto para las empresas que producen ecológico, como para dar respuesta a las demandas de Europa.
El directivo hizo mención al Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es que la región sea climáticamente neutra en 2050, para lo cual “debemos facilitar la transición a lo orgánico de parte de nuestras producciones” y para ello son necesarias reglas precisas.
Acotó al respecto que las empresas actualmente están en dificultades debido a un claro vacío regulatorio que las instituciones que subsanan sin más dilación.
Con 80 mil operadores, Italia es líder en Europa en cuanto a número de empresas dedicadas al sector ecológico, apuntó Prandini y señaló la urgencia de apoyar a un sector con amplias oportunidades de crecimiento económico y laboral.
Ciafani por su parte también clamó por la aprobación definitiva de la norma la cual dijo, será un gran impulso de conversión que tantas empresas están esperando, al tiempo que definió que este es el momento de tomar decisiones valientes, incluso en la agricultura.
El ambientalista pidió dejar la polémica sobre la biodinámica, técnica que utilizan muchas de las fincas más grandes en Italia y que, precisó es una “práctica que cumple con la legislación orgánica y tiene un efecto positivo en la fertilidad del suelo”.
El decreto legislativo «Disposiciones para la protección, el desarrollo y la competitividad de la producción agrícola, agroalimentaria y acuícola mediante métodos orgánicos» fue aprobado el 20 de mayo pasado, con modificaciones y consta de 21 artículos.
El precepto inicial identifica el objeto y propósitos del proyecto de ley el cual define la producción orgánica como «una actividad de interés nacional con una función social y ambiental».
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