Una delegación afgana liderada por el canciller en funciones, Amir Khan Motaqi, se reunió en Doha, Qatar, con delegados y embajadores de 16 países, entre ellos, Alemania, Canadá, Finlandia, Nueva Zelanda, Italia, Corea del Sur, Unión Europea, España, Estados Unidos, Noruega, Suecia, Países Bajos, Australia, Reino Unido y Japón, indicó la agencia The Khaama Press.
El documento emitido por la cancillería afgana apuntó que la reunión se centró en cuestiones de seguridad, humanitarias, económicas, políticas y sanitarias.
«La cita aplaudió los avances en materia de seguridad y política del Emirato Islámico de Afganistán y se pidió ayuda humanitaria urgente para el pueblo afgano», reza el comunicado. La parte afgana garantizó a los representantes la seguridad en la entrega de ayuda al pueblo afgano y pidió a los países reabrir sus embajadas en Kabul.
El encuentro tuvo lugar un día después que la parte afgana mantuviera conversaciones de dos días con una delegación estadounidense encabezada por el enviado especial Thomas West.
Desde el ascenso al poder en Kabul del movimiento Talibán a mediados de agosto pasado, Afganistán está inmerso en una crisis humanitaria y necesita ayuda internacional urgente.
Esta nación está actualmente más pobre que hace dos décadas, con 23 millones de habitantes amenazados por el hambre.
Por otro lado, el embajador de Pakistán en Kabul, Mansoor Ahmad Khan, dijo que su país podría permitir el ingreso de trigo indio a Afganistán a través de los pasos fronterizos de Wagah y Torkham.
Khan dijo en una serie de tweets que discutió las modalidades de transporte del trigo a través de la ONU y el Programa Mundial de Alimentos con el jefe de asuntos económicos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Afganistán, Shafi Azam.
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