Bajo el título El Greco polaco, el filme revela el recorrido de la única pieza de Theotokópoulo conservada en ese país luego de pasar de mano en mano, hasta terminar en el Museo Diocesano de Siedlce, donde se exhibe actualmente.
La cinta conformada con fragmentos de imágenes recientes, entrevistas y recreaciones históricas evoca la posesión del cuadro por un anticuario de Varsovia, su paso a manos del párroco Franciszek Dabrowski, en 1927, y su traslado a una iglesia de Lacki Kosów, la cual lo acogió por cuatro décadas.
Asimismo, el audiovisual financiado por el Instituto Pilecki y la televisión pública polaca, recrea el proceso de restauración del lienzo por investigadoras de la Academia Polaca de Ciencias y su confirmación por otros expertos como el profesor español José Gudiol.
Según los datos ofrecidos por los especialistas, la pieza consiste en la representación de la cabeza de un hombre con expresión ascética, ‘el rostro alargado, con rasgos afilados, pómulos salientes, sienes hundidas, la sombra subrayada por mejillas demacradas, la nariz larga y aguileña, los labios prominentes…’.
La obra muestra la imagen de San Francisco con los brazos abiertos y marcas en las manos, mirando hacia un haz luminoso que proviene del cielo, mientras a sus pies se observa una calavera como símbolo de la muerte y el paso de la vida.
Registrada por el Ministerio de Cultura y Arte de Polonia en 1974, como El éxtasis de San Francisco de El Greco, la obra protagoniza las escenas de un proyecto documental gestado durante cuatro años por la periodista y escritora Katarzyna J. Kowalska con el apoyo de una de sus descubridoras, Izabella Galicka.
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