Salvo la lesión del líder goleador del torneo, el francés Karim Benzema, a los merengues todo le salió a pedir de boca. Se impuso al peligroso Real Sociedad con categoría, 2-0, quedó con ocho puntos de ventaja sobre el Sevilla, 10 por arriba del Atlético de Madrid y 16 más que el Barcelona.
La escuadra dirigida por el italiano Carlo Ancelotti se encontró con su mejor juego de las ocho victorias al hilo que lleva. Pese a la salida de Benzema a los 16 minutos, su sustituto, el serbio Luka Jovic, lo hizo de maravillas.
Dio la asistencia de gol al brasileño Vinicius Junior a los 47 y de cabeza logró el suyo a los 57 minutos. Game over.
Más que suficiente para un Real Madrid lúcido en la creación (Kroos y Modric), incisivo en el ataque (Vinicius, Jovic y Rodrygo) y hermético en defensa, muy en particular por el brillo de otro brasileño, Militao.
Para que la jornada fuera perfecta y gozar este domingo de una enorme ventaja en la cima del certamen, tuvieron que resbalar nuevamente un irreconocible Atlético de Madrid, y un Barcelona lejos de su mejor versión.
Los colchoneros de Diego Cholo Simeone caminaban hacia el éxito ante el Mallorca 1-0. Y de pronto vino el aluvión del combativo equipo balear. Empate de cabeza por el argentino Russo a los 80 y diana de oro del japonés Kubo a los 91.
La luna de miel de Xavi Hernández terminó, aunque en realidad el Barcelona trata de salir de un atolladero en el que está hace tiempo y se acentuó con las salidas de Lionel Messi y Antoine Griezmann.
Un duelo cerrado en el que volvió a faltarle el gol a los azulgranas, algo que sí hizo el Betis por intermedio de un iluminado Juammi Jiménez a los 79 minutos (su noveno tanto del campeonato).
Lo que sigue ahora es una semana de alta tensión para los clubes españoles involucrados en la Champions League. El martes, el Real Madrid, muy probablemente sin Benzema, se juega el liderazgo del grupo contra el Inter de Milán, aunque un empate le sirve a la casa blanca.
Más dramáticos son los duelos del Atlético de Madrid y el Barcelona. El primero el martes contra el Porto y el segundo el miércoles frente al Bayern de Munich, en ambos casos obligados a ganar para no quedarse fuera de la Liga de Campeones en su fase eliminatoria.
Las perspectivas de los del Cholo Simeone son grises, porque deben apostar además porque el Milán no triunfe sobre un Liverpool clasificado.
Sin embargo, en el caso de los catalanes, la situación es aún más desfavorable. Tendrían que imponerse a su bestia negra, el poderoso Bayern de Munich que los humilló 2-8 en las semifinales de la Champions de 2020 y repitió la dosis 0-3 en el primer partido de la lid continental en septiembre.
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