El cargo recayó en el general de la Policía Nacional, Pablo Ramírez, quien reemplazará al coronel del ejército en servicio pasivo Fausto Cobo, actual director del Centro de Inteligencia Estratégica.
El cambio de mando, oficializado mediante decreto ejecutivo, ocurre en momentos en que el gobierno intenta reducir la crisis existente en el sistema carcelario del país, que provocó las dos peores masacres en la historia en los últimos cuatro meses, con un saldo de más de 180 muertes violentas en dos incidentes en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
La decisión se tomó a pocos días de la visita al país de una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con el objetivo de investigar la situación de los derechos humanos en las prisiones y en medio de un estado de excepción renovado por 30 días para los centros penitenciarios, ante las irregularidades y actos violentos registrados en el sector.
De manera general, el 2021 es considerado el año más sangriento en los reclusorios de Ecuador, al acumular más de 320 asesinatos en diferentes instituciones.
Según las autoridades, la crisis es motivada por enfrentamientos entre bandas criminales que se disputan el control de esas instalaciones, pero a juicio de expertos, defensores de derechos humanos y activistas, las verdaderas causas son el hacinamiento, la falta de rehabilitación social y de guías penitenciarios, entre otras razones.
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