Durante la sesión de esta jornada intervinieron representantes de grupos a favor del aborto cuando el embarazo es por un acto no consentido y los denominados Pro Vida, quienes defienden la existencia del ser humano desde la concepción.
Incluso en el interior de las diferentes bancadas legislativas hay opiniones encontradas sobre ese tópico, que los divide entre pañuelos verdes (a favor del aborto) y azules (en contra).
El análisis cumple con una disposición de la Corte Constitucional, que tras despenalizar el aborto para mujeres violadas sexualmente, indicó a la Asamblea Nacional establecer las regulaciones para esos caso, teniendo en cuenta tres puntos.
Los tópicos serían: temporalidad (período hasta el cual se permitirá interrumpir la gestación), objeción de conciencia (decisión de los médicos, por sus preceptos, sobre la realización del procedimiento) y si la denuncia formal de la violación debe incluirse como requisito.
«Hoy estamos aquí para conseguir las conquista de las mujeres, para que nuestras niñas puedan decidir por sus cuerpos», aseguró en su intervención Victoria Desintonio, de la bancada de la Unión por la Esperanza.
Wilma Andrade, de Izquierda Democrática, advirtió que el debate no busca aprobar el aborto libre sino crear un marco normativo, el cual permita a la víctima acceder a una interrupción voluntaria gratuita y segura en el sistema de salud.
De su lado, Daysi Yuquilema, de Unión Ecuatoriano, señaló la relevancia de una ley justa y reparadora, al tiempo que abogó por el acompañamiento integral desde las casas de salud.
Para la defensora de los derechos humanos Jhajaira Urresta, es un deber garantizar la dignidad humana y el proyecto de vida sostenible de las niñas, «porque ellas son niñas no son madres».
El debate servirá para hacer observaciones al proyecto legal, con el fin de perfeccionarlo y llevarlo a una segunda revisión.
EL tema de la legalización del aborto para embarazadas víctimas de violación es una demanda de años en Ecuador, donde un elevado por ciento de menores de edad sufren de ese fenómeno y en muchos casos los victimarios son parientes u hombres cercanos a su seno familiar.
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