A través de su espacio ‘Sin Fronteras’ el director de Radio La Primerísima, William Grigsby, precisó que la inversión asciende a un millón 572 mil 315 dólares, distribuidos en cinco áreas de acción política: jóvenes, propaganda, derechos humanos, mujeres emprendedoras y reformas al sistema policial.
En este último caso, titulado ‘Reformas al Sistema Policial Nicaragüense’, la pretensión apunta a convocar a expertos y académicos a fin de redactar cambios en la institución a cargo del preservar el orden interior.
A juicio de Grigsby la juventud, la propaganda y los derechos humanos representan los ejes principales para intentar la desestabilización del gobierno del Frente Sandinista.
Creado a finales de 1983 por el Congreso de estados Unidos, como una forma de financiar la llamada lucha anticomunista en el contexto de la Guerra Fría, la NED sufragó en los años siguientes la parte civil del movimiento armado (contras) que enfrentaba al primer gobierno del Frente Sandinista.
La NED financió a la Unión Nacional Opositora (UNO), creada en 1989 y decidió que su candidata fuera Violeta Barrios de Chamorro, comentó Sin Fronteras.
En los comicios del 25 de febrero de 1990, y con el fantasma de la guerra como baza electoral, la UNO llevó a la presidencia a Barrios de Chamorro, quien inició un período de casi 17 años de gobiernos neoliberales en Nicaragua.
Los fondos destinados a la desestabilización en Nicaragua son canalizados a través del Centro Internacional para la Empresa Privada, y tres Institutos, el de Sindicatos Libres, el Nacional Demócrata y el Nacional Republicano, estos últimos para la esfera de los Asuntos Internacionales.
Esas fundaciones trabajan desde Estados Unidos bajo la sombrilla de la Cámara de Comercio de ese país, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) y los partidos Demócrata y Republicano.
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