“No es una posición activa de nuestro pueblo, no tenemos en la sangre el espíritu de la guerra y, por cierto, no la empezamos”, señaló el mandatario de Belarús, a la vez que significó la disposición de Minsk a un diálogo constructivo sobre una base de igualdad, sin condiciones, ni ultimatos.
El jefe de Estado resaltó que “no haya signos de nerviosismo en el Gobierno ni en el Banco Nacional de Belarús” y dijo que tal actitud debe mantenerse en el futuro, según la agencia de noticias BelTA.
Señaló el interés del país pro propuestas que permitan minimizar el impacto de las medidas aprobadas contra la nación eslava y de la respuesta que orientó preparar.
“Tarde o temprano saldremos de esta carrera de sanciones y contrasanciones, pero por ahora tenemos que responder a la presión en curso”, comentó.
Lukashenko afirmó que, a pesar del efecto negativo de estas medidas, el país debe “seguir viviendo y trabajando con calma, manteniendo la dinámica de las industrias de nuestra economía”, para evitar el deterioro de los principales indicadores, proteger a los productores nacionales y a población.
Belarús anunció que a partir del 1 de enero de 2022 impondrá un embargo alimentario a las mercancías procedentes de países que aplican políticas inamistosas hacia Minsk.
El decreto establece la prohibición de importaciones de una serie de productos procedentes de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Noruega, Albania, Islandia, Macedonia del Norte, Reino Unido, Montenegro y Suiza.
La lista de productos prohibidos incluye el cerdo y sus partes, carne de vacuno y subproductos, carne salada, seca y ahumada, leche y productos lácteos (con excepciones), hortalizas, frutas y frutos secos, embutidos y productos similares, productos de confitería, sal y otras mercancías.
El 2 de diciembre, la UE introdujo el quinto paquete de sanciones contra Belarús que incluye a 17 personas y 11 entidades, medidas a las que se unieron las de Estados Unidos con la imposición de restricciones a los títulos de deuda pública de esa nación eslava.
Además, fueron añadidas a la lista de sanciones 20 personas físicas y 12 jurídicas, así como aerolíneas del país. Las autoridades británicas y canadienses también anunciaron medidas adicionales.
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