Equivalente a un categoría V en Occidente, el huracán, el más fuerte que ha cruzado Filipinas este año, marcó rachas de hasta 205 kilómetros por hora cuando avanzaba hacia la occidental provincia de Palawan.
Según reportes preliminares, hay una decena de desaparecidos y otros tantos lesionados, cientos de viviendas y edificios públicos total o parcialmente destruidos, cortes de electricidad y de comunicaciones, vastas zonas inundadas y carreteras dañadas o interrumpidas por deslaves.
Entretanto, la cifra de evacuados pasa de 300 mil, por lo regular en instalaciones donde resulta difícil guardar una distancia prudencial para evitar contagios con la Covid-19. La variante Ómicron del SARS-CoV-2 está presente en el país desde hace varios días.
De acuerdo con los últimos partes meteorológicos, el meteoro se debilitó en horas de la tarde y estaba a punto de entrar al mar del Este o de China meridional, donde es posible que recobre fuerzas.
Su trayectoria más probable lo conduciría a la zona central de Vietnam, donde desde ayer se realizan aprestos para evitar desgracias personales y pérdidas materiales.
Filipinas sufre cada año los embates de unas 20 tormentas y huracanes. El más devastador fue el tifón Haiyan, que en 2013 mató a más de siete mil 300 personas.
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