El servicio meteorológico nacional indicó que el fenómeno proviene de Mongolia, se extenderá hasta mañana acompañado de vientos intensos y también de una gran concentración de partículas de polvo y arena flotando en el aire.
En esta capital, por ejemplo, el cielo se tornó amarillo y en las primeras horas del día hubo extensos embotellamientos en las autopistas.
Las autoridades decretaron la alerta porque la visibilidad en las vías está a menos de mil metros de distancia y la contaminación se agravó con el nivel de las peligrosísimas partículas PM10 en ocho mil 108 microgramos por metro cúbico.
El gobierno municipal urgió a los conductores a manejar despacio y a las escuelas suspender las actividades en exteriores.
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