“Vemos lo que está ocurriendo en otros Estados. En algunos de ellos el número de personas que enferman con la nueva variante está creciendo especialmente rápido”, señaló.
Mishustin apuntó que, en medio de la situación actual, Rusia debe seguir analizando las cepas en circulación, por lo que el Gobierno asignará unos 90 millones de rublos (más de 1,2 millones de dólares) adicionales para que se realicen los estudios genéticos correspondientes.
Destacó que la investigación oportuna es importante para prevenir la propagación de la infección, así como para evaluar la eficacia de los sistemas de diagnósticos existentes a la hora de crear vacunas.
Recordó que según la Organización Mundial de la Salud, la propagación de Ómicron puede aumentar la carga del sistema sanitario y provocar un aumento de los ingresos en los hospitales.
La directora del Servicio Federal de Supervisión de la Protección y el Bienestar del Consumidor, Anna Popova, informó este martes que esta nación ya detectó 41 casos de positivos a esa Ómicron, pacientes que se encuentran hospitalizados.
Explicó que hasta la fecha la situación de todos los contagiados es estable, porque la mayoría de ellos tienen inmunidad.
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