La noche de este viernes un desconocido arrojó una botella de líquido inflamable al cercado del Consulado General de Rusia en Lvov, informó la Policía de esa urbe.
Según las autoridades locales, se lleva a cabo una investigación preliminar, mientras los agentes del orden establecen las circunstancias del incidente y la identidad del agresor involucrado en el hecho.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia exigió al representante de Kiev en Moscú que su país cumpla con las obligaciones legales internacionales de garantizar la seguridad y crear las condiciones adecuadas para el funcionamiento normal de las misiones diplomáticas y consulares.
Según el comunicado, Rusia espera que las autoridades ucranianas tomen las medidas para identificar y enjuiciar a los culpables y proporcionar garantías para que no se repitan tales incidentes.
«Esperamos también una disculpa por el incumplimiento por parte de Kiev de las obligaciones de garantizar la seguridad adecuada de la institución consular rusa”, indicó el texto.
La declaración subraya que “este peligroso incidente” constituye una violación directa de la convención de Viena sobre relaciones consulares, la convención sobre la prevención y el castigo de delitos contra personas internacionalmente protegidas, incluidos los agentes diplomáticos, y la Convención Consular entre Rusia y Ucrania.
La Cancillería rusa manifestó que resulta obvio que una acción tan flagrante e inaceptable fue el resultado del aumento de la histeria rusófoba en Ucrania, el fomento del odio y la hostilidad hacia este país.
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