Zhao Lijian, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, llamó a Ottawa a abandonar su mal juicio respecto al gigante asiático y buscar un enfoque proactivo en los intercambios mutuos.
Aseguró que su país está comprometido con el desarrollo pacífico y en sostener buenos lazos con todas las naciones, pero además practica una diplomacia abierta y nunca apela a la instigación o la coerción.
El portavoz de la Cancillería respondió así al llamado de Trudeau a las potencias de Occidente de conformar un frente unido contra China, para evitar que use los intereses comerciales en función de generar confrontación entre sí.
Según estimó el mandatario canadiense, Beijing busca poner a chocar a esas naciones aprovechando las intenciones de ellas de tener mayor acceso a las oportunidades económicas del mercado doméstico.
“Hemos estado compitiendo y China, desde hace un tiempo, de forma muy inteligente nos puso a jugar unos contra otros en un mercado abierto, pero con rivalidad”, acotó este fin de semana.
Analistas locales consideraron estos comentarios de Trudeau como una provocación y al mismo tiempo un reflejo del temor de Canadá a perder apoyo de Estados Unidos.
También lamentaron que el dignatario norteamericano insista en las fricciones, luego de un largo período de tensiones por el arresto en diciembre de 2018 de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, en Vancouver y de dos canadienses aquí.
El pasado 25 de septiembre esos casos terminaron y los tres individuos regresaron a sus países natales, gracias a las coordinaciones y arreglos entre Beijing, Ottawa y Washington.
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