Ethiel Fernández Faílde, tataranieto de Miguel, señaló que ese día tendrá lugar un baile en la sala de conciertos José White, antiguo Liceo de esta occidental urbe, evocador de la primera vez que se escuchó en público este género en 1879 con el título “Las alturas de Simpson”.
El joven flautista dirige la agruación charanga que lleva el nombre de su ilustre antecesor desde su fundación en el 2012, y que fue nominada al Grammy Latino en el 2020.
“Esta será la quinta ocasión en que efectuaremos ese festejo de inicio de año. Resulta una tradición e invitamos a todos los bailadores y amantes de este género musical”, comentó.
Ethiel precisó que la agenda se inició el 23 de diciembre con un concierto en la Casa Naborí, del poblado de Limonar, a 20 kilómetros de esta cabecera provincial, en cuya geografía se enmarca el valle de Guamacaro, donde nació Miguel. “También restauramos la tumba en la cual están sus restos en el cementerio San Carlos, de la ciudad de Matanzas, hasta donde llegó una peregrinación este 26 de diciembre en el centenario de su fallecimiento”, abundó.
Miguel Ramón Demetrio Faílde Pérez (1852-1921), músico y compositor, dirigió la banda de Bomberos matancera, y dominaba las técnicas del cornetín, además de incursionar con el violín, el contrabajo, la viola y el piano.
Formó en 1871 una orquesta con su nombre, que animó los bailables durante 50 años y con la cual llevó al universo musical el danzón, y en su repertorio destacaron, además, composiciones de otros géneros.
El danzón, como parte del patrimonio musical intangible de la nación cubana encontró espacios en Latinoamérica, sobre todo en el pueblo mexicano.
Miguel creó más de 140 piezas musicales, muchas conocidas y otras inéditas, que actualmente son rescatadas por su descendiente Ethiel y la agrupación que dirige.
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