Aseguró que Moscú está al tanto de los sucesos “en el país vecino y hermano” y aboga por una resolución de la situación “dentro del marco constitucional, legal y de diálogo, en lugar de mediante disturbios callejeros y la violación de las leyes”, indicó el comunicado.
Según la Cancillería local, este es el objetivo de las medidas recientes adoptadas por el presidente kazajo, Kasym-Zhomart Tokáyev, para estabilizar el país y resolver de manera rápida los problemas existentes, incluidos los contenidos en las legítimas demandas de los manifestantes.
“Esperamos una rápida normalización de la situación en el país, con el que Rusia está conectada por relaciones de asociación estratégica y alianza, contactos fraternales y humanos”, apuntó el texto.
Aclaró que la situación en torno a las misiones diplomáticas y consulares de Rusia en la nación centroasiática sigue siendo tranquila e informó que, según la información disponible, hasta el momento no reportan víctimas entre los ciudadanos de este país en Kazajstán.
También la Cancillería de Minsk consideró importantes la estabilización de la situación en ese país, el fin de los disturbios y espera que el liderazgo kazajo logre que sucedan, indicó este miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Belarús, Anatoli Glaz.
Los disturbios en Kazajstán comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, de la región de Manguistau (suroeste del país), donde los residentes protestaron contra el aumento de los precios del gas natural licuado.
Dos días después, estallaron protestas en Almaty (este), donde la policía utilizó granadas de humo para dispersar a la multitud, así como en otras ciudades, en particular en Atyrau, Aktobe (oeste), Uralsk (noroeste), Taraz, Shymkent y Kyzylorda (sur), Karagandá (noreste) e incluso la capital.
Este miércoles, los manifestantes tomaron por la fuerza la residencia en la ciudad de Almaty del presidente de Kazajstán, Kasim-Zhormat Tokáyev, informó el portal local de noticias Zakon.kz.
También se registraron incendios en la sede de la Fiscalía y del Ayuntamiento de la ciudad, donde se mantienen los choques entre agentes del orden y manifestantes, aseguró la agencia de noticias Sputnik.
Hasta el momento, inmuebles de unas 300 empresas resultaron dañados en la ciudad de Almaty, de ellos 120 tiendas, más de 100 oficinas y 80 infraestructuras de servicios públicos, indicó ese portal de noticias de la nación centroasiática.
Informó que también fueron incendiados o dañados 33 vehículos, incluidos 16 de la Policía, siete ambulancias, dos camiones de bomberos, siete camiones y un transporte cisterna.
Debido a los acontecimientos, el mandatario kazajo declaró el estado de emergencia en esta capital y en las regiones de Almaty y Manguistau durante dos semanas.
Este miércoles, Tokáyev aceptó la renuncia del Gobierno e informó que sus miembros continuarán sirviendo hasta la aprobación del nuevo Ejecutivo.
El jefe de Estado culpó a la estructura de Gobierno por no prever las protestas masivas como consecuencia de la alta subida de los precios del combustible.
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