No se necesitan decisiones adicionales del Parlamento sobre el uso del Ejército en el marco de la operación de mantenimiento de la paz de la OTSC en Kazajstán, ya que el tratado y la carta de la organización en su momento fueron ratificados por Moscú, escribió el parlamentario en Facebook.
Aclaró que la tarea del bloque integrado además por Armenia, Belarús, Kirguistán, Rusia y Tayikistán será la protección de las instalaciones estatales, militares y la asistencia a las fuerzas del orden, que deben encargarse de restablecer la normalidad en la nación asiática.
“Nuestra misión es ayudarlas a preservar el país garantizando su seguridad, estabilidad, integridad territorial y soberanía, según establece el Tratado de Seguridad Colectiva”, explicó Kosachev.
Subrayó que el apoyo de la OTSC es legítimo tanto desde el punto de vista de la legislación interna de los países miembros de la organización como del derecho internacional. “Aunque uno puede imaginar cómo será evaluada por aquellas fuerzas externas que quisieran ver un poder diferente en Kazajstán”, apuntó.
Consideró que la operación de mantenimiento de la paz de la OTSC podría haberse evitado si las protestas sociales no hubieran llegado a la fase extremista y de violación de la ley.
El senador llamó la atención sobre el hecho de que las manifestaciones de rechazo por el aumento de los precios del gas licuado fueron acompañadas por la respuesta de las autoridades para congelar los precios y destituir al Gobierno, medidas que, sin embargo, no tuvieron ningún efecto.
También se refirió a la expansión de la geografía de las protestas a casi todo el país y el cambio de la retórica de los manifestantes del tema económico y social al de la política.
Advirtió que tales reclamos también recibieron una reacción instantánea del Estado, con el reemplazo del liderazgo del Consejo de Seguridad y la voluntad expresada de manera pública por el presidente kazajo, Kasym-Zhomart Tokáyev, de emprender reformas en el país. “Pero esto tampoco ayudó”, enfatizó.
Para el vicepresidente del Senado ruso, las últimas acciones de carácter extremistas como la toma de edificios oficiales, la destrucción de instituciones públicas, el uso de armas, el vandalismo y los saqueos evidencian que los hechos no ocurrieron de manera espontánea.
“En última instancia no se trata del gas, sino del poder, que será derrocado por todos los métodos disponibles, el principal de los cuales es el terror”, apuntó.
Según Kosachev, el conflicto, que en una etapa inicial parecía socio-económico y por tanto exclusivamente interno, “adquirió los rasgos de una agresiva destrucción del sistema de Gobierno del país por la vía terrorista”.
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