También el aspecto psicológico se ha convertido en protagonista. “Estamos mentalmente agotados y pese a nuestros llamados a invertir más en salud, no nos hacen caso, ni el sector público ni el privado”, dijo a la prensa el epidemiólogo Juan Rodrygo.
España ya sobrepasó los siete millones de casos positivos desde el inicio de la pandemia y suma, lamentablemente, más de 90 mil decesos. La apuesta máxima del Gobierno sigue afincada en la ampliación de la vacunación.
Sin la campaña de inmunización, a esta hora estaríamos en una crisis de enormes proporciones, admitió recientemente la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
De acuerdo con fuentes oficiales, nueve mil 143 sanitarios se han infectado en los últimos 14 días. Esto provocó que el amplio grupo esté obligado a guardar las siete jornadas de cuarentena.
Luego requerirán en el día siete de un test de antígeno antes de su reincorporación, y podrán volver siempre que permanezcan sin síntomas respiratorios ni fiebre al menos tres días. Igualmente, se les exigirá una PCR negativa.
Ante ese panorama, a todas luces en razón de la expansión de la variante Ómicron del SARS-CoV-2, los sindicatos relacionados con el sistema de salud alertaron del déficit de casi 30 mil profesionales en el sector actualmente.
El tema tiene antecedentes de largo plazo en el tiempo, cuando se registraron 58 mil 536 bajas en el dominio, lo cual explica que los 29 mil 182 nuevos contratos de diciembre apenas sirvan para mitigar el problema.
Cientos de médicos jubilados y de personal sanitario especializado en distintas tareas han dado el paso al frente, pero sigue siendo insuficiente.
Todo ello cuando todavía no se conocen las cifras de contagios después de las Cabalgatas de los Reyes Magos en todo el territorio español, y en el umbral del reinicio del curso escolar el próximo lunes.
rgh/ft