La Policía de la provincia de Hama, a 230 kilómetros al norte de esta capital, informó que el estallido de una mina sembrada con anterioridad dentro de un almacén de chatarras mató a dos civiles y lesionó a un tercero, en la localidad de Tibet Iman.
Agregó que el incidente ocasionó daños materiales en el lugar.
Mientras tanto, el territorio de Hadar, en la provincia sudoccidental de Quneitra, fue testigo de un incidente similar que cobró la vida de un agricultor y lesionó gravemente a su hermano cuando una mina estalló mientras laboraban en su tierra.
Los radicales colocaron bombas y minas en las calles, casas y tierras agrícolas en un intento de frenar el avance del Ejército sirio, y la explosión de esos artefactos causa decenas de víctimas mortales entre los civiles desplazados que retornan a sus hogares.
Según un informe del Observatorio de Minas, Siria registró el mayor número de víctimas anuales por culpa de esos artefactos y restos de otros explosivos.
Los militares sirios, con el apoyo de Rusia y otras naciones amigas, ejecutan labores de rastreo y desminado en las zonas liberadas con el fin de asegurar el retorno a la normalidad.
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