En un artículo de opinión publicado en el diario nacional Al-Watan, la alta funcionaria consideró que el ejemplo de Cuba incentivó el proceso progresista e independentista en Bolivia, Venezuela y Brasil, y recientemente en Chile con la victoria de Gabriel Boric del bloque de izquierda.
Con esta victoria, Chile se suma oficialmente al eje de los países latinoamericanos democráticos que se oponen a la hegemonía estadounidense, señaló.
Según su reflexión, la victoria de los movimientos de izquierda y liberación, y el fracaso estadounidense en el intento de cambiar el gobierno en Venezuela después de la derrota de Juan Guaidó, hicieron que Washington moviera su empeño desestabilizador hacia Eurasia.
Parece que Estados Unidos movió su foco de atención de su habitual patio trasero en América Latina a Eurasia, en un táctica para desestabilizar a Rusia y China, y tratar de asegurar así la supervivencia de su hegemonía sobre las capacidades y riquezas de los países, manifestó Shabaan.
La lectura inicial de lo que sucede en Kazajstán, según opina la funcionaria, sugiere que el mundo ha entrado en la era de luchas de poder entre Estados Unidos por un lado, y Rusia y China por el otro, y donde arden los frentes comunes entre ellos en Ucrania, Serbia, Kazajstán y Taiwán.
Concluyó que Rusia y China poseen factores fuertes y efectivos, pero los mecanismos de acción occidentales son profundamente arraigados y desarrollados durante décadas, lo cual hace inevitable que Moscú y Pekín coordinen esfuerzos entre sí y con los países que se unen o se unirán tarde o temprano a su enfoque.
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