La nación oriental negó y calificó de infundados los reportes de la prensa en Bélgica y Países Bajos acerca de riesgos en la ciberseguridad y privacidad de los extranjeros asistentes a la cita.
En ambos territorios, los comités olímpicos nacionales recomendaron a los deportistas dejar en casa los teléfonos y computadoras personales, para evitar ser objeto de espionaje en Beijing.
China criticó esa postura y enfatizó en su compromiso y marco legal para proteger la ciberseguridad tanto de sus ciudadanos como de los visitantes.
Aparte de esa cuestión, el país deploró acusaciones de Alemania sobre la introducción de esteroides en las comidas de los deportistas para que den positivo al dopaje y descalificarlos.
También se manifestó en contra de rumores sobre un posible confinamiento de Beijing y de las dudas en la aplicación de las pruebas PCR, al insistir en que todo el mecanismo cuenta con aval internacional.
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