“La fecha de carga de combustible se ha trasladado de finales de 2022 al segundo trimestre de 2023. La estimación del coste de finalización se ha incrementado de 12 mil 400 millones de euros a 12 mil 700 millones”, dijo la empresa en un comunicado.
Este reactor de nueva generación (EPR) comenzó a construirse en diciembre de 2007, con una entrada en servicio prevista en 2012, sin embargo la construcción estuvo plagada de numerosos contratiempos y sobrecostes, y el actual presupuesto de finalización ya cuadruplica al proyectado inicialmente.
Según EDF “el punto principal del retraso en el calendario está relacionado con las actividades de soldadura en el circuito secundario”, que se completará a finales de agosto en lugar de abril, mientras que el presidente de la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN), Bernard Doroszczuk, ya advirtió con anterioridad de la falta de “margen” en el calendario.
Tras este paso, la empresa aún deberá realizar varias tareas y recibir la autorización de la ASN antes de poder realizar la carga del combustible, primera etapa de la puesta en marcha, y posteriormente superar una serie de controles para comenzar la producción comercial, lo que no ocurrirá “antes de finales de 2023”.
El anuncio del retraso se produce dos meses después de que el presidente Emmanuel Macron anunciara un nuevo programa de construcción de reactores nucleares, y a la espera de que el ejecutivo detalle los futuros proyectos con una versión mejorada del EPR (EPR2) para una primera puesta en marcha entre 2035 y 2037.
El EPR de Flamanville es actualmente el único reactor de este tipo en Francia, pero existen ya tres funcionando en otros países del mundo: dos en China y uno en Finlandia.
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