Según el director general de Roscosmos, Dmitri Rogozin, la entidad recibió una notificación oficial al respecto de la contraparte estadounidense el pasado 31 de diciembre, reportó la agencia de noticias TASS.
Además, la entidad rusa llegó a un acuerdo con la NASA para brindar apoyo ingeniero hasta 2024 al módulo Zaryá, que se encargó de la energía eléctrica, almacenamiento, propulsión y guiado de la EEI durante la fase inicial del ensamblaje y quedó para labores de almacenamiento.
Rogozin informó que Roscosmos y la NASA elaboraron un proyecto de acuerdo sobre los vuelos cruzados de astronautas estadounidenses en las naves rusas Soyuz y de cosmonautas rusos en naves espaciales estadounidenses que se coordina con la Cancillería de este país.
En abril de 2021, el vice primer ministro de Rusia, Yuri Borísov, se refirió a las malas condiciones técnicas en que se encontraba la EEI y declaró que Moscú podría centrarse en crear su propia estación orbital.
A partir de ese momento, la corporación espacial y de cohetes rusa RKK Energía recibió el encargo de garantizar que el primer módulo de la nueva Estación de Servicio Orbital Rusa (ROSS, por sus siglas en inglés) esté listo en 2025.
El pasado 2 de septiembre Rogozin manifesto que el inicio del despliegue de ROSS, que será un módulo de ciencia y energía, está programado en cinco o seis años.
A finales del pasado año Washington confirmó su intención de prolongar la presencia de sus astronautas en la EEI hasta 2030, período en el que señaló su deseo de colaborar con sus socios internacionales, entre los que se encuentran Rusia, Canadá, Japón y la Unión Europea.
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