Quienes se oponen a la medida dispuesta esta semana por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) consideran inapropiado el regreso a las unidades educativas, teniendo en cuenta las elevadas cifras de contagios con el coronavirus SARS-CoV-2, en especial, por sus variantes Delta y Ómicron.
Al respecto, el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, estimó inoportuno el retorno progresivo, en momentos en que Ómicron afecta a menores en edad escolar.
En su criterio, las determinaciones del COE son más políticas que científicas.
Por su parte, la Unión Nacional de Educadores (UNE) responsabilizó a la encargada del sector de la enseñanza, la ministra María Brown, por la vida y la salud de los trabajadores vinculados a la docencia.
La presidenta de la instancia, Isabel Vargas, anunció además que iniciarán otras acciones en temas jurídicos.
La UNE insiste en que hay escuelas en las cuales no existen las condiciones para el cumplimiento de las medidas de bioseguridad y el distanciamiento social, requeridos en el combate a la Covidd-19, enfermedad causada por ese coronavirus.
Asimismo, sostiene que si la curva de contagios en ciudades como Quito llegará a su pico más alto la próxima semana, como indican las autoridades de Salud Pública, el regreso a clases presenciales es un riesgo.
La propuesta concreta es que el régimen Costa termine el año lectivo de forma virtual y en la Sierra–Amazonía reabrir los colegios cuando haya un decrecimiento en el ritmo de los contagios.
En los últimos días directivos del Ministerio de Educación informaron de 94 casos confirmados entre estudiantes y 384 en docentes, pero especificaron que no fueron resultado de la asistencia a las aulas, sino por el incumplimiento ciudadano del protocolo de bioseguridad en los festejos de Navidad y año nuevo.
A nivel nacional, hasta la víspera el país acumuló 578 mil 525 contagios comprobados de coronavirus.
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